sábado, 11 de junio de 2022

LIBERARSE DE LA MENTE

La mente es un parloteo continuo. Ese parloteo la mantiene viva, ese parloteo es un alimento para ella; sin ese parloteo, la mente no puede continuar. Así que libérate de las garras de la mente, es decir, libérate del parloteo interno.


Puedes hacer esto forzándote, pero entonces una vez más, yerras. Puedes forzarte a no hablar interiormente, lo mismo que puedes forzarte a no hablar afuera, puedes mantener un silencio forzado. Al principio es difícil, pero puedes continuar insistiendo y puedes obligar a la mente a no hablar. Es posible; si vas al Himalaya, encontrarás a muchas personas que lo han alcanzado, pero encontrarás embotamiento en sus caras, no inteligencia. La mente no ha sido trascendida, ha sido embotada, simplemente. No han pasado a un silencio vivo, simplemente han forzado a la mente y la han controlado. Es como si un niño es forzado a sentarse en un rincón y no moverse. Míralo. Se siente inquieto, pero continúa controlándose, temeroso. Reprime su energía, de lo contrario, será castigado.


Si esto continúa tanto tiempo como continúa —en la escuela los niños están sentados cinco o seis horas—, poco a poco se embotan, su inteligencia se pierde. Todo niño nace inteligente y casi el noventa y nueve por ciento de las personas mueren estúpidas. Toda la educación embota la mente y tú puedes hacerlo también.


Encontrarás personas religiosas casi estúpidas, aunque puede que no lo veas debido a tus ideas sobre ellos. Pero si tienes los ojos abiertos, ve a mirar a tus sannyasins, los encontrarás estúpidos e idiotas; no encontrarás ningún signo de inteligencia o creatividad. India ha sufrido mucho a causa de esa gente. Han creado un estado tan poco creativo que India ha vivido al mínimo. La parálisis no es meditación.


Ocurrió una vez en una iglesia que el predicador gritó en el servicio: !Todos los esposos que tienen problemas pónganse de pie!.


Todos los hombres que había en la iglesia se pararon, excepto uno.


!Ah!”, exclamó el predicador. “!Eres uno en un millón!”. “No es eso. No puedo ponerme de pie”, dijo el hombre. “Soy paralítico”.


La parálisis no es meditación; la parálisis no es saludable. Puedes paralizar la mente; hay millones de trucos disponibles para paralizarla. Hay gente que se acuesta en camas de espinas. Si yaces continuamente en una cama de espinas, tu cuerpo se vuelve insensible. No es un milagro. Estás sencillamente insensibilizando tu cuerpo. Cuando el cuerpo pierde vitalidad, no hay problema, no es en absoluto una cama de espinas para ti. Poco a poco, puedes incluso sentirte cómodo. De hecho, si se te proporciona una cama cómoda, no podrás dormir en ella. Esto es paralizar el cuerpo.


Hay métodos similares para paralizar la mente. Puedes ayunar. Entonces la mente mantiene diciendo que el cuerpo tiene hambre, pero no proporcionar alimento, no escuchas a la mente. Poco a poco, la mente se embota. El cuerpo continúa sintiendo el hambre, pero la mente no lo informa. Porque para qué serviría? Nadie escucha, nadie responde. Entonces, ocurre cierta parálisis en la mente. Muchas personas que realizan largos ayunos creen que han alcanzado la meditación. No es meditación, es solo energía baja, parálisis, insensibilidad. Se mueven como cadáveres. No están vivos. Recuerda: la meditación te traerá cada vez más inteligencia, inteligencia infinita, una inteligencia radiante. La meditación te hará más vivo y sensible, tu vida se volverá más rica.


Mira a los ascetas: su vida se ha convertido casi en algo que es como si no fuera vida. Estas personas no son meditadoras. Pueden ser masoquistas, que se torturan y disfrutan la tortura.. . la mente es muy astuta, mantiene haciendo cosas y racionalizándolas. Habitualmente eres violento hacia los demás, pero la mente es muy astuta, puede aprender la no violencia, puede predicar la no violencia. Entonces, se vuelve violenta hacia sí misma. Y la violencia que impones a tu propio ser es respetada por la gente, porque tienen la idea de que ser asceta es ser religioso. Eso es una estupidez completa.


Dios no es asceta, de lo contrario, no habría flores, no habría árboles verdes, solo desiertos. Dios no es asceta, de lo contrario, no habría canción en la vida, no habría danza en la vida, solo cementerios y cementerios. Dios no es asceta; Dios disfruta la vida. Dios es más Epicúreo de lo que puedes imaginar. Si piensas en Dios, piensa en términos de Epicuro. Dios está en búsqueda constante de más felicidad, alegría, éxtasis. Recuerda esto.


Pero la mente es muy astuta. Puede racionalizar la parálisis como meditación; puede racionalizar el embotamiento como trascendencia; puede racionalizar la muerte como renuncia. Ten cuidado. Recuerda siempre que si te mueves en la dirección correcta, continuarás floreciendo. Saldrá mucha fragancia de ti y serás creativo. Y serás sensible a la vida, al amor y a todo lo que Dios pone a tu disposición.


Mira penetrantemente el interior de la mente, ve cuáles son sus motivaciones. Cuando hagas algo, busca inmediatamente la motivación, porque si dejas de percibir la motivación, la mente sigue engañándote y sigue diciendo que la motivación era otra cosa. Por ejemplo: llegas a casa enfadado y golpeas a tu hijo. La mente dirá: “Es por su bien, para que aprenda a comportarse”. Esta es una racionalización. Llega más profundo. .. estabas enfadado y querías a alguien con quien pudieras enfadarte. No podías enfadarte con el jefe en la oficina; es demasiado fuerte para eso. Y es arriesgado y peligroso económicamente. No, necesitabas a alguien indefenso. Ahora bien, este niño es perfectamente indefenso, depende de ti; no puede reaccionar, no puede hacer nada, no puede pagarte con la misma moneda. No puedes encontrar una víctima más perfecta.


Mira. Estás enfadado con el niño? Si lo estás, entonces la mente te está engañando.


La mente te engaña veinticuatro horas al día y tú cooperas con eso. Entonces, finalmente, eres desgraciado, aterrizas en el infierno. Busca cada momento la motivación real. Si puedes encontrar la motivación real, la mente se volverá cada vez más incapaz de engañarte. Y cuanto más lejos estés del engaño, más capaz serás de moverte más allá de la mente, más te convertirás en un maestro.


Mira, busca la motivación inconsciente. La mente continúa intimidándote y mandándote porque no eres capaz de ver sus motivaciones reales. Una vez que una persona se vuelve capaz de ver las motivaciones reales, la meditación está muy cerca... porque entonces la mente ya no te tiene atrapado.

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