sábado, 18 de febrero de 2023

LA CATARSIS EN LA MEDITACIÓN


La segunda fase de mi método de Meditación Dinámica empieza en la catarsis. Anteriormente he hablado de estar "conscientemente loco" y de que, cualquier cosa que se te ocurra, cualquiera, la dejes expresarse y cooperes con ella. Sin resistencias; solamente un flujo de emociones...

Si sientes la necesidad de gritar, entonces grita cuanto quieras. Coopera con ello. Lanza un potente grito, un grito total capaz de envolver en él a todo tu ser. Es algo muy benéfico, de resultados notoriamente terapéuticos. Muchas neurosis, muchos otros males, pueden ser liberados simplemente con el grito, Si el grito es total, todo tu ser estallará en él. Exprésate llorando, bailando gritando, gimiendo, saltando, riendo, como un loco. El segundo paso también dura diez minutos y en unos días serás capaz de reconocer en qué consiste.

Al empezar, todo debe ser hecho con esfuerzo, incluso fingiéndolo si fuera necesario. Somos tan falsos hasta que no somos capaces de hacer nada auténtico. No hemos reído, ni llorado, ni gritado, con autenticidad. Todo es simplemente una máscara, pura fachada. Por eso, al principio, cuando comiences a hacerlo, puede que sólo sea algo forzado. Puede que requiera esfuerzo, puede que tengas que simular, pero no te preocupes; continúa. Pronto, entrarás en contacto con las fuentes donde tienes reprimidas muchas cosas, y una vez fluyan libremente te sentirás aliviado. Una nueva vida te envolverá, un nuevo nacimiento se producirá en ti. Esta descarga es inevitable... sin ella no puede haber meditación para el hombre tal y como es. No hablo de las excepciones; son ¡relevantes.

En esta segunda etapa. una vez el veneno interior ha sido expulsado mediante la descarga, se produce una sensación de vacío interior. Y esto es lo que quiere decirse con "vacío": desprenderse de todas las represiones. Ahí, en ese vacío, algo puede hacerse.

En la tercera fase yo suelo emplear el sonido 'Ju". Muchos sonidos se han empleado en el pasado, y cada uno de ellos tenía una finalidad específica. Por ejemplo, los hindúes emplean el sonido "aum" . Puede que te sea familiar, pero no aconsejo su uso, Nunca va más allá del corazón. Golpea el centro del corazón y regresa.

Los sufis han venido usando desde siempre el Ju y si pronuncias e1 Ju en voz alta, su sonido golpea el centro sexual. Por eso puede ser usado como un martilleo interior. Si está vacío y hueco interiormente, solamente entonces podrá este sonido moverse en tu interior. Solamente podrá moverse el sonido en tu interior si estás vacío. Si persisten tus represiones no hay nada que hacer. Es más, podría resultar incluso peligroso el uso de los mantras o sonidos si hay represiones, porque cada represión modificará el curso descendente del sonido, de forma que el resultado final puede ser algo que nunca hubieras imaginado, ni esperado, ni deseado. Los mantras y sonidos son para ser usados únicamente con mentes vacías.

Los mantras no deben ser tomados a la ligera. Yo jamás he sugerido que los emplee alguien que no haya pasado aún por la catarsis. Existían ciertos mantras en la antigua India qué exclusivamente eran utilizados por sanyasins, nunca por personas corrientes. Nunca se permitía que fueran utilizados por gente corriente porque esa gente posee un sistema interior distinto. Ese sonido ju hubiera podido alterarlos. Por eso solamente a un sanyasin le era permitido emplear ciertos sonidos.

En los tiempos antiguos, particularmente en el Tibet, siempre que se le daba un mantra a un sanyasin, éste debía tocar una flor, una flor viva, en una rama. Y si la flor se marchitaba, abrumada por su toque, solamente entonces se le daba el mantra porque ese mantra iba entonces a crear una sutil muerte en su interior. No debía ser utilizado por un hombre corriente porque si no, la muerte empezaría a rondarle.

Por esto el mantra Ju no debe hacerse sin haber sido completadas las dos anteriores fases. Nunca debe hacerse sin ellas. Si estás neurótico y la neurosis no ha sido liberada, entonces si haces el Ju, te volverás más neurótico. De modo que solamente en la tercera fase, durante diez minutos, se ha emplear el Ju; tan fuerte como te sea posible. Vuelca sobre él toda tu energía. Como un martilleo. Y cuando estás vacío, después de la catarsis de la segunda fase, el Ju desciende y golpea el centro sexual.

El centro sexual puede ser golpeado de distintas formas. Una de ellas es la que procede de un modo natural. Cuando alguien se ve atraído hacia un miembro del sexo contrario, su centro sexual se ve afectado desde el exterior. Y, en realidad, ese impacto es también una sutil vibración.

Es un hombre atraído por una mujer o es una mujer atraída por un hombre? ¿Por qué se produce la atracción entre ambos sexos? ¿Qué es lo que hay en un hombre o en una mujer para que esto ocurra? Se trata de una electricidad, positiva o negativa, que les golpea interiormente; una vibración muy sutil, que no es más que un sonido. Por ejemplo, habrás observado que los pájaros emplean el sonido en el reclamo sexual. Todo su canto deviene sexual. Con él se golpean incesantemente los centros sexuales de sus respectivos congéneres.

Sutiles vibraciones de electricidad están golpeándote desde el exterior. Al ser golpeada desde afuera, tu energía comienza a fluir en dirección opuesta: hacia afuera, hacia el polo sexual correspondiente. En tal instante habrá reproducción, un nacimiento de un nuevo ser fuera de ti.

Este está golpeando exactamente el mismo centro, pero desde el interior. Y cuando el centro sexual es golpeado desde el interior, la energía empieza a fluir por dentro. Este flujo interior de energía te cambia completamente. Eres transformado; te alumbras a ti mismo.

La transformación se produce justo en el instante en que la energía cambia de sentido. Es decir, si antes era un flujo descendente y ahora asciende, es cuando verdaderamente ocurre la transformación. A este tipo de energía ascendente se la conoce como kundalini. La identificarás enseguida cuando la sientas recorriéndote realmente, fluyendo por la columna vertebral. Y cuanto más alto ascienda, más ascenderás tú con ella.

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