sábado, 15 de junio de 2024

POSEERSE A SI MISMO

 

¿Quién es un hombre sabio? Aquél que está listo a perder lo mucho por lo uno. ¿Y quién es el tonto? Aquél que se ha perdido a sí mismo y ha comprado muchas cosas ordinarias, aquél que ha vendido a su Maestro y ha llenado su casa de cosas inútiles.

Escuché una historia: Un amigo de Mulla Nasruddin se volvió muy, muy rico. Y cuando alguien se vuelve rico le gusta ir a ver a sus antiguos amigos, a los antiguos vecinos, a su antiguo pueblo, para mostrar lo que ha logrado. Así que fue desde la capital a su pequeño pueblo. Justo en la estación del ferrocarril se encontró con Mulla Nasruddin; le dijo: "Nasruddin, ¿sabes? ¡lo he logrado! Me he vuelto muy, muy rico ¡no lo puedes imaginar! Tengo un palacio con quinientas habitaciones, ¡es un castillo!".

Mulla Nasruddin dijo: "Conozco unas cuantas personas que tienen casas de quinientas habitaciones".

El amigo dijo: "¡Tengo dos campos de golf de dieciocho huecos cada uno, tres piscinas, hectáreas y hectáreas de jardines".

Nasruddin dijo: "Conozco un hombre en la otra ciudad que tiene dos campos de golf y tres piscinas".

El hombre rico dijo: "¿En la casa?".

Nasruddin dijo: "Escucha, puedes haber hecho mucho dinero, pero a mí tampoco me ha ido tan mal: tengo burros, caballos, cerdos, búfalos, vacas, gallinas".

El otro hombre se comenzó a reír y le dijo: "Nasruddin, muchísima gente tiene burros, caballos, vacas, gallinas..." Nasruddin lo interrumpió a medio hablar y dijo: "¿En la casa?".

Pero cualquier cosa que tengas, sean estos campos de golf de dieciocho huecos, tres piscinas o quinientas habitaciones, o burros, caballos y vacas, cualquier cosa que puedas tener afuera no te hará rico, porque realmente la casa permanece vacía, tú permaneces vacío. Nada entra en la casa, todo eso permanece afuera porque pertenece a afuera, no hay ninguna forma de ponerlos adentro. Y la pobreza está adentro. Si hubiera estado afuera, entonces no habría habido problema.

Si sintieras el vacío afuera, en la periferia, entonces podrías haberlo llenado con casas, carros, caballos, con cualquier cosa. Pero el vacío se siente adentro, te sientes internamente sin significado. No es que el hecho de que tengas una gran casa te esté creando el problema, es que dentro de ti te sientes totalmente sin significado: ¿Para qué existes? ¿Por qué todo este gran problema de estar en la existencia? ¿Para qué estar vivo? ¿Dónde te está llevando?

Todos los días en la mañana te despiertas de nuevo para salir ¡y no hay dónde ir! Todos los días en la mañana te vistes, y por la noche sabes que nada se ha logrado, ninguna meta se ha alcanzado. De nuevo te quedas dormido, de nuevo en la mañana comienza la jornada, ¡todo el mismo quehacer carente de significado! Adentro continúas sintiéndote vacío, no hay nada. Así que con cosas externas a lo más puedes engañar a otros, no a ti mismo ¿Cómo puedes engañarte a ti mismo?

Cuanto más cosas acumules, más vida ha sido desperdiciada, porque ellas tienen que ser compradas al costo de la vida. Estás menos vivo, la muerte se ha acercado, las cosas se siguen acumulando más y más, su volumen continúa haciéndose más y más grande y adentro tú continúas encogiéndote. Entonces el temor: "¿Qué estoy logrando? ¿Dónde estoy llegando? ¿Qué le he hecho a toda mi vida?".

Y no puedes retroceder, el tiempo que has desperdiciado no se te puede devolver, no hay modo. No lo puedes recuperar, no puedes decir: "Lo siento, voy a comenzar de nuevo...". Eso no es posible. Entonces para cuando te vuelvas viejo, te volverás más y más triste. Esa tristeza no es por la edad física, esa tristeza es porque ahora te das cuenta de lo que te has hecho a ti mismo: te has hecho una casa, por supuesto; has tenido éxito, eres rico, has logrado prestigio ante los ojos de los demás pero ante tus propios ojos, ¿qué?

Ahora sientes el dolor, el sufrimiento de una vida desperdiciada, de un tiempo perdido; la muerte acercándose más y pronto te disolverás, y tus manos vacías. Este vacío es interno, no lo puedes llenar con nada que puedas conseguir en el mundo, a menos que te alcances a ti mismo. De ahí la insistencia de Jesús: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un hombre rico entre en el reino de los cielos". ¿Por qué? ¿Qué hay de malo con el hombre rico?

No hay nada erróneo con el hombre rico. El énfasis es en que uno ha desperdiciado su vida acumulando cosas del mundo, eso es lo que quiere decir hombre rico. El no puede entrar en el reino de Dios, porque ahí sólo puede entrar uno que haya logrado lo interno. No puede engañar en la entrada al cielo. No puede entrar porque está demasiado desgastado, podrido, hecho una ruina. No podrá danzar en la puerta, no podrá cantar, no podrá entrar con esa sensación de que lo ha logrado en su vida. Ha sido sacado de raíz: poseía mucho, pero nunca se poseyó a sí mismo, esa es la pobreza. Si te posees a ti mismo eres rico, realmente rico. Si no te posees a ti mismo, aunque seas un emperador, serás pobre.

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