sábado, 11 de junio de 2011

EL ABURRIMIENTO

El hombre es el único animal que se aburre; esto es una gran prerrogativa, forma parte de la dignidad del ser humano. ¿Alguna vez has visto un búfalo aburrido, un burro aburrido? No se aburren. El aburrimiento significa que tu forma de vivir está mal; Por lo tanto, si alguna vez eres consciente de tu aburrimiento puede tratarse de un gran evento.

¿Por qué se aburre uno? Uno se aburre porque ha vivido en patrones muertos dados por los demás. ¡Renuncia a esos patrones, salte de esos patrones! Empieza a vivir por tu cuenta.

No es una cuestión de dinero, poder y prestigio; esencialmente, es cuestión de lo que quieres hacer. Hazlo sin pensar en los resultados, y tu aburrimiento desaparecerá. Debes estar llevando a cabo las ideas de los demás, deber estar haciendo las cosas de una forma “correcta”, debes estar haciendo las cosas como hay que hacerlas. Éstos son los pilares del aburrimiento.

Toda la humanidad está aburrida, porque la persona que podría haber sido un místico es un matemático, la persona que podría haber sido un matemático es un político, la persona que podría haber sido un poeta es un hombre de negocios. Todo el mundo está en otro lugar, nadie está donde debería estar. Hay que arriesgar. El aburrimiento puede desaparecer en un instante si estás dispuesto a arriesgar.

Estás aburrido de ti mismo porque no has sido sincero contigo mismo, no has sido honesto contigo mismo, no has sido respetuoso con tu persona.

Y dices: «No estoy animado. » ¿Cómo quieres estar animado? Sólo te animas si estás haciendo lo que querías hacer, sea lo que sea. Vincent van Gogh era enormemente feliz pintando. No vendió ni un solo cuadro, nadie apreciaba su trabajo, pasaba hambre, se estaba muriendo. Su hermano le daba una pequeña cantidad de dinero para que, por lo menos, pudiese sobrevivir; ayunaba cuatro días a la semana, comía tres días a la semana. Tenía que ayunar esos cuatro días porque, si no, ¿cómo iba a comprar los lienzos, las pinturas y los pinceles? Pero era inmensamente feliz, estaba animado.

Murió cuando sólo tenía treinta y tres años, se suicidó. Pero su suicidio fue mucho mejor que su supuesta vida, porque sólo se suicidó cuando había terminado de pintar lo que quería pintar. El día que terminó de pintar una puesta de sol, que había sido su mayor deseo, escribió una carta que decía: «He concluido mi labor, he cumplido. Me voy de este mundo enormemente feliz. » Se suicidó, pero yo no lo llamaría suicidio. Vivió con totalidad, quemó la mecha de su vida por los dos extremos, con una enorme intensidad.

Puedes vivir cien años, pero tu vida será un hueso seco, un peso, un peso muerto. Cuando digo, acéptate, no estoy diciendo que aceptes tu patrón de vida, no me malinterpretes. Cuando digo, acéptate, estoy diciendo que rechaces todo lo demás, acéptate a ti mismo. Rechaza todo lo que te han impuesto, no estoy diciendo que lo aceptes. Acepta tu ser más íntimo que has traído desde el más allá, y entonces no sentirás que te falta algo. En cuanto te aceptas sin condiciones, de repente, tienes una explosión de alegría. Te empiezas a animar, tu vida se vuelve diferente.

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