sábado, 27 de julio de 2013

LOS LIDERES RELIGIOSO PARTE II

La gente que dice: «Sabemos», son personas totalmente ignorantes aunque sus memorias estén repletas. Esas memorias están muertas porque de ellas no ha nacido ninguna experiencia propia.

Todos vuestros eruditos y doctores sólo cuentan lo que han leído por algunos o por muchos años. Y están haciendo mucho daño sin saberlo, porque están ayudando a la gente a convertirse en conocedores sin serlo realmente. Éste es el daño más grande que puedes hacer a un hombre, darle la sensación de que sabe, cuando en realidad no sabe nada. Has destruido su vida, has destruido la oportunidad que tenía de conocer, de experimentar, de vivir. Le has quitado todas sus oportunidades, todas sus posibilidades, de crecer.

Estoy en contra de todos estos eruditos no porque sus intenciones sean malas, sino porque el resultado de sus buenas intenciones es desastroso. Han destruido a miles de personas en la Tierra; no les han permitido crecer, les han dado la falsa impresión de que ya sabían. Eso es puro veneno.

George Gurdjieff solía contar una historia... Había un mago que tenía muchas ovejas. Y resultaba problemático reunirlas en el bosque y devolverlas a casa cada noche. Había por allí animales salvajes y se estaban perdiendo muchas ovejas. Finalmente tuvo una idea: «¿Por qué no uso mi experiencia, mi magia?».

Hipnotizó a todas sus ovejas y les dijo cosas distintas. A una de ellas le dijo: «Eres un león. No tienes que tener miedo; eres el rey de los animales.» A otra le dijo: «Eres un tigre», y a otra: «Eres un hombre.» Y les dijo a todas ellas: «Nadie os va a cazar porque no sois ovejas, no tenéis por qué tener miedo cuando volvéis a casa. Pero debéis volver temprano, antes de que caiga la noche.»

Y desde aquel día no faltaba ninguna. De hecho, desde aquel día ninguna oveja se comportaba como una oveja: unas rugían como leones, otras actuaban como personas, y ninguna temía que la cazaran, que la mataran; ni se lo planteaban. Y el mago las descuartizaba y se las comía todos los días. Podían rugir como leones, pero no importaba porque después de todo eran ovejas.

Al mago le iba muy bien. Tras haber dicho a una oveja que era un león, no tenía que temer que escapara cuando veía que las demás eran cazadas. Había ovejas que morían, pero esta oveja decía: «Soy un león, no soy una oveja. ¡Es normal que mueran las ovejas!». Y cuando ésta moría, las demás pensaban: «Era sólo una oveja, nosotras somos personas. Y no sólo era una oveja, sino una oveja alocada que pensaba que era un león, a pesar de lo que le decíamos nosotras. Se lo dijimos muchas veces: "Eres una oveja. Nosotras somos personas y sabemos más. Deja de rugir porque eso no te va a servir de nada.» Pero el mago seguía controlando toda la situación.

La historia que contaba Gurdjieff era sobre vuestros líderes religiosos. Se las han arreglado para deciros que sois cosas que en realidad no sois. Se las han arreglado para convenceros de que sabéis cosas que no sabéis. Y ese es el mayor crimen que puede cometerse. Pero no podéis llamarles criminales, porque no lo están haciendo para dañaros. Tratan de ayudaros, de serviros.

Como las religiones han estado haciendo lo mismo, todo el mundo está bajo cierta hipnosis. ¿Y por qué tengo tantos enemigos? Por el simple hecho de que os digo que vuestro conocimiento no es conocimiento. Sois totalmente ignorantes. No sabéis nada y creéis que sabéis. ¡Y eso duele!

Yo retiro vuestro conocimiento, yo me llevo vuestra virtud, yo me llevo vuestra moralidad. Yo me llevo todo lo que pensabais que era un gran tesoro, todo lo que os es tan querido, todo lo que habéis alimentado y protegido porque creíais que teníais los verdaderos secretos de la vida, que conocíais los verdaderos misterios de la vida. Cuando uno aparta estas cosas de la gente puede estar seguro de que se va a crear enemigos.

He hablado con mucha gente sabia y me he dado cuenta de que toda su sabiduría es sólo memoria. No hay ni siquiera un poco de esa sabiduría que les sea propia; toda procede de los demás. Y es fundamental darse cuenta de ello: la verdad sólo puede ser experimentada. No hay otra forma de obtenerla. Puedes tener todas las mentiras que quieras. Hay supermercados por todo el mundo: cristianos, judíos, hindúes, mahometanos, budistas; todo tipo de mentiras; de todos los colores, de todas las formas y tamaños, puedes elegir las que prefieras. Están a tu disposición y se adaptan a ti. No es que tú te adaptes a ellas, ellas se adaptan a ti. Es muy fácil. Están hechas para ti, hechas a medida.

La verdad es una cuestión totalmente distinta.
Tú tendrás que adaptarte a ella.
La verdad no pacta con nadie.

Tú tendrás que cambiar para adaptarte a ella. Tendrás que sufrir una transformación. La razón está muy clara. También tengo unos pocos amigos pero esos pocos amigos tienen que pasar la prueba de fuego; Tienen que abandonar su falsa personalidad, su ego, su conocimiento: todo lo que tienen. Tienen que hallarse preparados para estar totalmente desnudos y vacíos. Sólo entonces están en el punto adecuado del viaje, el viaje hacia la verdad. Desnudos, vacíos, y solos...

Pero es tan alegre, y cada momento es tan glorioso, tal paraíso, que una vez que has probado un momento en el camino hacia la verdad, nunca volverás a mirar a todo lo que dejas atrás. Es una gran descarga, es una libertad.

Ahora puedes abrir tus alas al cielo. Todo el cielo es tuyo.

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