sábado, 6 de mayo de 2017

LA ILUMINACIÔN Y LA RELAJACIÒN

Esa es toda mi filosofía, que no debes hacer ningún esfuerzo, que sólo relajándote llega la iluminación. Viene cuando te encuentras realmente relajado, sin tensión, sin esfuerzo; e inmediatamente te inunda con miles de flores.

Pero todas las religiones han enseñado justo lo opuesto, que la iluminación es un trabajo muy arduo, que requiere el esfuerzo de toda una vida, quizá de muchas vidas, y aún así no es algo seguro, no hay garantía. Puedes perderte cuando estás sólo a un paso de la iluminación. ¡Y tú no conoces el camino hacia la iluminación! Así que hay muchas posibilidades de perderse, de desviarse. Algunas personas han tropezado con la iluminación por azar, sólo por accidente.

Millones de personas han estado buscando y no han encontrado nada, sin ser conscientes de que la propia búsqueda les está poniendo tensos; su propio esfuerzo está creando un estado en el cual la iluminación no puede suceder. La iluminación sólo puede suceder cuando estás tan en silencio, tan relajado, que casi no estás. Tan sólo un puro silencio, e inmediatamente la explosión, la explosión de tu alma luminosa.

La gente rigurosa simplemente destruye su inteligencia y su cuerpo, y yo no creo que alcancen la iluminación. Las pocas personas que han alcanzado la iluminación lo han hecho en un estado relajado. La relajación es la tierra donde crecen las rosas de la iluminación.

Así que, está muy bien que quieras estar relajado, cómodo, sin esfuerzos, esa es la receta. Te iluminarás. ¡Te puedes iluminar hoy! La iluminación es tu ser más interior. Sólo porque estás tan ocupado con el esfuerzo, en buscar, averiguar, haciendo esto y aquello, nunca llegas a tu propio ser. Cuando estás relajado no vas a ningún sitio, tú no haces nada y la hierba crece por sí misma.

Todo lo que se necesita es estar alerta, ser inteligente, consciente, que no son esfuerzos; atestiguar, observar, que no son tensiones. Son experiencias muy gozosas, de las que no te cansas y que te dejan muy calmado y sereno. No se han tenido noticias de que la inteligencia fuera parte de vuestros mal llamados santos. La destruyeron completamente con sus estúpidos esfuerzos, Y yo os digo, todos los esfuerzos para iluminarse son estúpidos.

¡La iluminación forma parte de tu naturaleza! Ya estás iluminado, sólo que no lo sabes. En lo que a mí concierne estáis todos iluminados, porque puedo ver vuestra llama interior. Cuando os veo, no veo vuestra figura, veo vuestro ser, el cual es sólo una preciosa llama luminosa.

Se dice que a Gautama Buda le sorprendió que en el momento en que se iluminó también se iluminó toda la existencia, porque sus propios ojos cambiaron, su propia visión cambió. Podía mirar tan profundo dentro de él mismo como dentro de todos los demás, hasta de los animales y los árboles. Podía ver que todo se mueve hacia la iluminación. Todas las cosas necesitan realizar su propia naturaleza; sin ello la vida no es un gozo, no es una festividad.

Simplemente sé un poco inteligente, y la iluminación ocurrirá por sí sola; ni siquiera tienes que pensar en ello.

Sólo un poco inteligente. El mundo no es inteligente. Está funcionando de una forma muy poco inteligente y crea toda clase de miserias para todos, en vez de ayudarles a ser más felices. Todo el mundo se burla de los demás, arrastrándose los unos a los otros hacia una oscuridad más profunda, hacia un lodo más profundo, hacia problemas más profundos. Parece que en este mundo la gente disfruta sólo de una cosa: de crear desdicha a los demás, por eso hay tal nube de oscuridad rodeando la Tierra. Si no, esto sería un continuo festival de luces; y no de luces ordinarias, sino de las luces de tu mismo ser.

¿Por qué han logrado los sacerdotes convencer al hombre de que la iluminación es muy difícil, una tarea casi imposible? La razón está en tu mente, ella siempre está interesada en lo difícil, en lo imposible, porque eso resulta desafiante y el ego necesita un desafío para hacerse más y más grande.

Los sacerdotes han conseguido convenceros de que la iluminación es muy difícil, casi imposible. Entre millones de personas sólo de vez en cuando uno se ilumina; tienen la idea de que no te puedes iluminar. Para evitar que te ilumines usan un ingenio muy astuto. Desafían tu ego y tú te interesas por toda clase de rituales, por toda clase de austeridades, de autotortura. Has hecho de tu vida una angustia lo más profunda posible.

Pero esas personas que han hecho de su vida una tortura, los masoquistas, no pueden iluminarse. Pueden seguir oscureciéndose más y más. Y esas personas que viven en la oscuridad acaban por arrastrarse como esclavos fácilmente, porque en su extraño esfuerzo han perdido toda su inteligencia, toda su consciencia.

¿Has visto alguna vez, durante el invierno, un perro descansando al sol por la mañana temprano? Ve su propia cola moverse y siente curiosidad. ¿Qué es eso? Salta para cazar su cola. Pero entonces se vuelve loco, porque esto resulta muy extraño: cuando salta él, también salta la cola. Y la distancia entre el perro y la cola es siempre la misma; da vueltas y vueltas. ¿Lo has observado?: cuanto más salta la cola, más empeño pone; usando su fuerza de voluntad, trate de agarrarla de una u otra forma. Pero el pobre no sabe que es imposible. Que ya es parte de él. Y que cuando él salte, la cola saltará.

La iluminación no es difícil ni imposible. No tienes que hacer nada para obtenerla: es simplemente tu naturaleza intrínseca, es tu propia subjetividad. Todo lo que tienes que hacer es relajarte totalmente por un momento, olvida todos los quehaceres y todos los esfuerzos, para no estar ocupado con nada. Esta consciencia desocupada de repente se da cuenta de que “yo soy eso”.

La iluminación es la cosa más fácil del mundo, pero los sacerdotes no quieren que la gente se ilumine. De ser así no serían cristianos, no habría católicos ni hindúes, ni mahometanos: tienen que prevenirlos; tienen que mantenerlos ciegos a su propia naturaleza y han descubierto una manera muy astuta: no tienen que hacer nada, simplemente darte la idea de que es muy difícil, una misión imposible.

Inmediatamente a tu ego le interesa. Al ego nunca le interesa lo obvio. Nunca le importa lo que eres; sólo se interesa por una meta lejana; cuando más lejana sea la meta, mayor será el interés. Pero la iluminación no es una meta y no dista ni una pulgada de ti: ¡eres tú!

El buscador es lo buscado.

El observador es lo observado.

El conocedor es lo conocido.

Una vez que has comprendido que tu propia naturaleza es la iluminación… de hecho, la palabra sánscrita para religión es dharma: significa naturaleza, tu propia naturaleza. No significa Iglesia, no significa teología, simplemente significa tu naturaleza. Por ejemplo, ¿cuál es el dharma del fuego?: ser caliente. ¿Y cuál es el dharma del agua?: fluir hacia abajo. ¿Cuál es la naturaleza del hombre?: iluminarse; conocer su propia divinidad.

Si puedes comprender la facilidad… los logros sin esfuerzo de tu naturaleza… sólo así te consideraré inteligente; si no puedes comprender esto, no eres inteligente, eres simplemente un egoísta que intenta… Igual que algunos egoístas intentan ser los hombres más ricos del mundo, otros pocos egoístas intentan ser los más poderosos y muy pocos intentan iluminarse. Pero la iluminación no es posible para el ego; puedes conseguir la riqueza, el poder, el prestigio, y son cosas difíciles, muy difíciles.

A Henry Ford, uno de los hombres más ricos de este tiempo, aunque nació pobre, le preguntaron: “¿Qué desea para la próxima vida?”.

Él dijo: “No quiero ser el hombre más rico otra vez. Ha sido una tortura toda mi vida; no he podido vivir. Solía llegar a la fábrica a las siete de la mañana, los operarios llegaban a las ocho, los oficinistas llegaban a las nueve y el director llegaba a las diez y se iban a las dos; todos los demás se iban a las cinco y yo me quedaba a trabajar hasta bien entrada la noche, unas veces hasta las diez, otras veces hasta las doce.

“Trabajé duro para convertirme en el hombre más rico y lo conseguí. ¿Pero para qué? No he podido disfrutar de nada. Trabajé más duro que mis trabajadores. Ellos han disfrutado más de la vida. Yo no he tenido vacaciones. Hasta en vacaciones solía ir a la fábrica a proyectar planes para el futuro”.

Ser el hombre más rico es difícil, pero si haces el esfuerzo necesario puedes llegar a serlo. Es difícil, pero puedes llegar a la cima del Everest si haces el esfuerzo necesario. Pero si haces el más mínimo esfuerzo, la iluminación se vuelve imposible para ti. Si pones a tu mente, con todas sus tensiones y preocupaciones, a componer tu iluminación, vas en la dirección equivocada, te alejas de ella.

Necesitas dejarte ir completamente, con una tranquilidad absoluta, sin tensiones, en un estado de silencio. Y de repente… la explosión. Habéis nacido todos iluminados, os deis cuenta de ello o no.

La sociedad, las religiones, los políticos, no quieren que te des cuenta de ello, porque va en contra de sus intereses creados.

Viven y te chupan la sangre porque no estás iluminado. Son capaces de reducir a toda la humanidad a estúpidas etiquetas; cristiano, hindú, mahometano; como si fueras cosas, mercancías. Te han etiquetado quién eres en la frente.

Actualmente en la India puedes encontrar brahmanes con símbolos en la frente. Viendo el símbolo puedes reconocer a qué clase de brahmanes pertenece; son medios o mercancías. Llevan sus símbolos marcados en la frente. Puede que tú no lo lleves, pero en el fondo sabes que dentro de tu ser llevas gravado que eres cristiano, que eres budista, que eres hindú.

Si os iluminarais, serías simplemente luz, un gozo para vosotros mismos y para los demás, una bendición para vosotros y para toda la existencia, serías la última libertad. Nadie podría explotarte, nadie podría esclavizarte en ningún sentido. Y ese es el problema; nadie quiere que te ilumines. Hasta que no te des cuenta seguirás jugando en las manos de los intereses creados, los cuales son todos parásitos. Su única función es chuparte la sangre.

Si quieres libertad, la iluminación es la única libertad. Si quieres individualidad, la iluminación es la única individualidad. Si quieres una vida llena de bendiciones, la iluminación es la única experiencia. Y es muy fácil, absolutamente fácil; es la única cosa que para conseguirla no tienes que hacer nada, porque ya está ahí. Tan sólo tienes que relajarte y verlo.

Por eso en la India no tenemos nada paralelo a la filosofía occidental. Filosofía significa pensar acerca de la verdad: “Amor al conocimiento”. En la India tenemos una cosa totalmente diferente. Lo llamamos darshan. Y darshan no significa pensar, significa ver.

Tu verdad no es para ser pensada, tiene que ser vista. Ya está ahí, no tienes que ir a ningún sito para encontrarla. No tienes que pensar acerca de ella, tienes que parar de pensar para que pueda emerger a la superficie de tu ser.

Se necesita que haya espacio sin ocupar dentro de ti para que la luz que está oculta pueda expandirse y llenar tu ser. Y no sólo llena tu ser, empieza a irradiar desde él. Toda tu vida se vuelve belleza, una belleza que no es la del cuerpo, sino la que se irradia desde dentro, la belleza de tu consciencia.

No hay comentarios:

Buscar este blog