sábado, 20 de octubre de 2018

LA EVOLUCIÒN DE LA CONSCIENCIA


La evolución es inconsciente. No se necesita de voluntad alguna, de ningún esfuerzo consciente. Es simplemente algo natural. Pero una vez que surge la consciencia, entonces eso es diferente. Una vez que aparece la consciencia, la evolución se detiene. La evolución llega hasta la consciencia. El trabajo de la evolución es crear la consciencia. Entonces toda la responsabilidad recae sobre la consciencia misma. Esto es algo que se ha de entender desde distintos aspectos.

El hombre no está evolucionando ahora. Desde hace ya mucho tiempo, el hombre ha dejado de evolucionar. La evolución se ha detenido en lo que concierne al hombre. El cuerpo ha alcanzado su culminación. Desde hace mucho, el cuerpo humano no ha evolucionado. Los huesos más antiguos y los esqueletos humanos más antiguos que han sido hallados no son básicamente distintos de los de nuestros cuerpos. No hay una diferencia fundamental. Si un cuerpo de un hombre de mil años de antigüedad pudiera revivir y ser entrenado, sería similar al tuyo. No habría diferencia alguna.

El cuerpo humano ha dejado de evolucionar. ¿Cuándo fue que se detuvo? Cuando la consciencia aparece, el trabajo de la evolución ha tocado a su fin. Ahora depende de ti el que evoluciones. Así el hombre permanece estático, sin evolucionar, a menos que él mismo se esfuerce en ello. Desde ahora, más allá del hombre, todo ha de ser consciente. Por debajo del hombre, todo es inconsciente. Con el hombre se ha introducido un nuevo factor, el factor de la consciencia, el factor del ser consciente. Con este factor la función de la evolución ha terminado. La evolución sirve para crear una situación en la cual surja la consciencia. Una vez nace la consciencia, toda la responsabilidad recae en la consciencia. Por eso ahora, el hombre será incapaz de evolucionar de modo natural. No habrá evolución.

La consciencia es la culminación de la evolución, el último escalón. Pero no es el último escalón de la vida. La consciencia es el último escalón de la evolución, de toda la herencia animal. Es el último paso, el clímax, la culminación, pero para un crecimiento ulterior ha de haber un primer paso. Y cuando digo que la evolución se ha detenido, quiero decir que ahora se requiere de un esfuerzo interno. A menos que ahora hagas algo, no evolucionarás. La naturaleza te ha llevado hasta un punto que es el final para la evolución inconsciente. Ahora eres consciente, ahora sabes. Cuando sabes, entonces eres responsable.

Un niño no es responsable de sus actos, pero un adulto sí. Un loco no es responsable de sus actos, pero un hombre cuerdo sí. Si estás bajo el efecto de bebidas alcohólicas dejas de comportarte conscientemente, dejas de ser responsable. Con la consciencia, la facultad de saber, te vuelves responsable de ti mismo.

Sartre ha dicho en alguna parte, que la responsabilidad es la única carga humana. Ningún animal es responsable. La evolución es responsable de todo lo que el animal es. El animal no es responsable de nada. El hombre es responsable. Hagas lo que hagas ahora será tu responsabilidad. Si quieres crearte un infierno y sumergirte en él, puedes hacerlo. Si quieres evolucionar, si quieres crecer y crear un estado de dicha, depende de ti.

Los existencialistas han hecho una muy sutil, una bella, distinción, que al mismo tiempo es muy significativa. Dicen que en los animales la esencia va primero y que la existencia es un crecimiento posterior. Esto es algo difícil de entender, pero trata de hacerlo. Dicen que para los animales, para los árboles, la esencia es lo primero y que la existencia va tras ella. Hay una semilla. La semilla es en esencia el árbol. Con toda seguridad va a ser manifestado, expresado. ¡El árbol vendrá a continuación! El árbol no va a ser una cosa nueva. En cierta forma, ya estaba allí. Por esto, en realidad, la semilla carece de libertad. el árbol existe en ella. Y el árbol también carece de libertad; está predestinado por la semilla. Esto es lo que quiere decir al colocar la esencia en primer lugar, por debajo del hombre, y a continuación la existencia.

Con el hombre, la situación es totalmente la contraria. La existencia va en primer lugar y le sigue la esencia. No naces con futuro prefijado; has de creártelo. Naces, posees pues una existencia, una existencia simple, sin esencia. Ahora crearás la esencia. Así, el hombre se crea a sí mismo. Un árbol es creado por la naturaleza, pero el hombre se crea a sí mismo.

El hombre nace simplemente con una existencia, sin esencia alguna. Luego todo lo que hagas dará lugar a tu esencia. Tus actos te crearán, y la libertad es multidimensional. Un hombre puede convertirse en lo que sea o puede no ser nadie. Puede permanecer siendo una existencia sin esencia, puede seguir siendo un cuerpo sin alma. El alma ha de ser, de alguna manera, creada.

Gurdjieff solía decir que careces de alma, que no tienes alma. A menos que la crees, ¿cómo vas a tenerla? Parece que contradice todas las enseñanzas religiosas, pero no es así. Cuando la religión afirma que todo el mundo posee un alma, solamente quiere decir que todos podemos poseer un alma. Es una posibilidad. Puedes desarrollar un alma. Si ya tuvieras un alma no habría diferencia entre una semilla y tú. Si creces como una semilla que se convierte en árbol, entonces no hay diferencia entre el hombre y todo lo que existe por debajo del hombre.

El hombre es libertad; la libertad de ser. Puede ser muchas cosas o no puede ser nada. Pero puede que permanezca simplemente como posibilidad sin llegar a ser nada. Eso crea inestabilidad y da miedo.

Kierkegaard ha aportado el concepto de “terror”. Dice que el hombre vive sumido en el terror. ¿A qué se debe este terror, este miedo? Este es el miedo: que seas simplemente una posibilidad y nada más. Que poseas existencia únicamente, sin esencia. Eres capaz de crearla, pero puedes no hacerlo. La responsabilidad es tuya. Es un estado sumamente pavoroso. No hay nada que sea cierto. El hombre está inseguro. A cada instante, multitud de direcciones se abren y te has de mover hacia alguna, de alguna forma, sin saber hacia donde te estás dirigiendo, sin saber cuál va a ser el resultado, sin saber que será de ti mañana.

Tu mañana no nacerá automáticamente de tu hoy, pero el mañana de una semilla surgirá automáticamente de su hoy. La muerte de un animal será el resultado automático de su vida, pero no ocurrirá así contigo. Esa es la diferencia. Tu muerte te la ganarás tú; serás responsable de ella. Y por eso cada hombre muere de una forma determinada. No hay una muerte de un hombre que sea similar a la de algún otro. No puede serlo.




No hay comentarios:

Buscar este blog