sábado, 18 de mayo de 2019

LA MEMORIA CORPORAL Y LA MENTAL


El sexo, por ejemplo, puede ser memoria corporal, y entonces tiene valor de sobrevivencia; pero puede ser solamente cerebral, mental, o un hábito; entonces no tiene ese valor. Quien se ha dejado atrapar por el patrón del hábito, convertirá el sexo en algo feo; sin amor ni belleza alguna, sin música interior ni honda respuesta. Cuanto más cerebral sea el sexo, menos el cuerpo responderá. Pensarás más en él sin saber lo qué es exactamente, cuál es su profundo misterio. La mente seguirá pensando en torno al sexo, y el cuerpo seguirá a la mente. Y siempre que el cuerpo sigue a la mente es arrastrado sólo como peso muerto.

Puede ser cualquier cosa: sexo, enojo, codicia. . . siempre has la distinción, y si tiene un valor de sobrevivencia, no luches contra ello, pero si es un hábito mental, ponte alerta. La memoria mental de todas nuestras acciones pasadas se ha vuelto condicionamiento. Continúas repitiéndolas, actúas como una máquina: sé consciente de esto.

Te sorprenderá saber, que si el enojo no es mental, sino una total respuesta a una situación con todo tu organismo en él y sin prejuicio, no hay arrepentimiento. Has actuado totalmente en esa circunstancia, como ella lo requería, y no hay necesidad de arrepentirse.

Otra cosa: cuando no hay arrepentimiento, no habrá acumulación psicológica. Nada se volverá hábito; nada necesitas acumular. ¿Por qué la mente acumula? Porque no tiene confianza de poder actuar totalmente en una situación, y se prepara, ensaya mucho, y cuando la situación se presenta, no tiene confianza en su acción. Ha de conocer, todas las posibilidades: sortearlo todo, hacer programas de lo que corresponda, y así acumular memorias, y, cuanto más acumula, menos capacidad tiene de actuar totalmente, y cuanto menos capacidad de acción total, más necesitará de la mente.

Actúa, pues, con el cuerpo, no con la mente, y te parecerá extraño, inesperado el que te lo diga un hombre religioso; pero entonces el acto es inconmensurable, la respuesta es total. No dejes a tu mente intervenir, para que no intervenga la memoria, acumulación mental, arrepentimiento. El acto se cierra: las cosas pasaron así; la situación fue tal; actuaste sin dejar nada atrás; no hay por qué arrepentirse. Estuviste en ello totalmente, no quedó parte alguna afuera para arrepentirse más tarde.

El cuerpo puede actuar totalmente, la mente nunca, porque está siempre dividida; trabaja en dicotomías. Una parte se enoja, la otra simultáneamente se está arrepintiendo o preparándose para el arrepentimiento.

Podrás observar esto: cuando una parte está constantemente contra otra, sabe que estás actuando a través de la mente, pues el cuerpo siempre es total, no puede dividirse. El cuerpo es sólo fluencia, sin divisiones. Cuando te enamoras, es el cuerpo entero quien se ha enamorado. Tú no puedes hacer la distinción entre la cabeza o tus manos que aman. Integro el cuerpo está en eso; en cambio la mente nunca puede estar totalmente en nada. Una parte estará criticando, juzgando, ordenando, preciando; otra estará siempre sentada en una silla para juzgar, y condenar. Por lo tanto, si notas que una parte de tu mente está trabajando contra el acto, sabe que lo has hecho cerebralmente, mentalmente.

Empieza a actuar corporalmente. Cuando comas, hazlo corporalmente: el cuerpo sabe bien cuándo detenerse, no así la mente. Por eso los animales viven más sabiamente que los hombres; por supuesto, no piensan. En el momento en que piensen serán como nosotros. No piensan pero viven sabiamente, y esto es un milagro. Parece absurdo, pues no saben nada.

La sola actividad en la cual el ser humano se ha vuelto eficiente es meterse en todo. Interfieres con tu cuerpo; no lo hagas, deja que trabaje, no te entrometas con él. Así, distinguirás claramente lo que es memoria mental y lo que es memoria corporal. La corporal es una ayuda para sobrevivir, la mente es obstructiva: tiene que destruirse. No quiero decir que no recuerdes nada, de hecho cuando, digo destruir la memoria quiero decir que no te identifiques con ella, no seas uno con ella; no debe perpetuarse a sí misma, como pretende. Te sientas y sigue trabajando; duermes y también sigue; trabajando, y continúa. ¿Qué está haciendo? ¿Qué es lo que la memoria puede hacer? Sólo desear lo mismo para el futuro. No puede hacer otra cosa sino proyectarse y perpetuarse; todo lo que ha vivido debe reproducirse en el futuro.

La memoria está siempre tramando un patrón para el porvenir alrededor de ti, y así nunca serás libre. Siempre estarás dentro del patrón, el patrón que corresponde a las paredes alrededor del vacío de la Conciencia. Antes de dar un paso hacia el vacío, la memoria ha dado muchos. El camino no está abierto, es una prisión, debido a la memoria. Nos engañamos, pues, pensando que la memoria nos ayuda a vivir mejor el futuro. No nos está ayudando. Sólo te ayuda a hacer el futuro igual que el pasado. La memoria no puede proyectar nada que no haya conocido.

No caigas en la trampa, no dejes a la mente proyectarse en el mañana ni por un momento. Por supuesto tomará tiempo despojarse de ese hábito muerto, y el empezar a darse cuenta de ello, completamente consciente, intensamente alerta, es meditación. La memoria no puede entonces tramar tu futuro, porque ya no vives soñando.

El vivir soñando es condición básica para que la mente trabaje. He ahí porque el dormir, crea ella sueños con apariencia más real que la realidad misma. Cuando estás cómodamente sentado en tu sillón, sueñas despierto. Si dormitas, la memoria empieza a tramar, a proyectar: está alerta, sé cons-ciente, y la memoria dejará de trabajar para el mañana. El estado de alerta, interno y externo, es el comienzo de la meditación.

Este estado puede lograrse de muchos modos. Diciéndotelo no lo alcanzarás. Lo oirías en estado de somnolencia y la memoria proyectaría: "sí, mañana estaré alerta", y quedaría en proyecto. Aunque te diga que la felicidad sigue al estado de alerta y que el júbilo acompaña a ese estado, seguirás en tus ensueños, y la memoria continuará proyectando acontecimientos. Con sólo decírtelo no lograrás ser meditativo. Es por esto que yo invento situaciones en las que no puedas dejar de estar alerta, situaciones en las que el estado de somnolencia es imposible.

Algo voy a aclararte: la somnolencia es fácil si hay más dióxido de carbono a tu alrededor. Por eso en la noche la sientes más que en el día, pues los componentes químicos cambian, hay más dióxido de carbono en el aire y menos oxígeno. Lo contrario es, pues posible; si el oxígeno en ti y a tu alrededor es superior, y el C02 queda expulsado, disminuye la somnolencia. Recomiendo, por lo tanto, respiraciones vigorosas, pu¬ro mecanismo químico: cambiar de atmósfera en ti; que aumente el oxígeno ya que, cuanto más aumenta, menos caerás víctima del sueño, y tus memorias no trabajan sin ayuda de la somnolencia.

En la mañana nos sentimos renovados. ¿Qué sucede con el sol naciente? El componente de CO2 decrece y el oxígeno au¬menta, el mismo cambio químico que te es necesario. La técnica que debemos usar es el más potente método para crear exceso de oxígeno en el cuerpo, asì estaremos cargados de una extraordinaria energía vital que la hace muy alerta. Otro ardid para ponerte alerta es la práctica de Kundalini, transformación de la energía sexual para la meditación y la atención. Pero este sistema es útil para quien pueda fácil y naturalmente canalizar su energía sexual hacia la meditación.

En tiempo de las Vedas y las Upanishads, en la antigua India, la gente era simple y natural, y podían transmutar fácilmente su energía sexual: el sexo no era en ningún sentido problema mental ni de ninguna otra índole. Cuando debido a que en muchos de los casos este problema, es mental.

Hoy día el mundo moderno ha pervertido y enfatizado a tal grado lo sexual que Kundalini, la energía psíquica existente en determinado canal psíquico, se ha vuelto difícil. Pero mediante el método sugerido, algunas veces Kundalini asciende. Sólo con sexo natural, sexo físico, no mental, Kundalini puede trabajar; sólo con mente inocente puede funcionar.

No hay comentarios:

Buscar este blog