sábado, 16 de agosto de 2014

LA LOCURA

Locura significa literalmente salirse de la mente, de ahí que haya dos posibilidades: puedes salirte de la mente por encima o por debajo.

Ordinariamente, la gente sale de la mente por debajo porque no hace falta ningún esfuerzo, no tienes que hacer nada.

Cualquier conmoción puede romper tu estabilidad mental: la muerte de un ser querido, tu negoció entra en bancarrota; la alteración es tan grande que no puedes mantener tu normalidad. Caes por debajo de la mente, tu comportamiento se vuelve irracional.

Pero vas más allá de la miseria; si te hubieras quedado en la mente normal la conmoción habría creado una miseria inmensa. Es la forma natural de evitar la conmoción. Simplemente te tira para abajo; ahora no sabes qué ha pasado. Estás en bancarrota, tu esposa tu hijo se han muerto; no importa, de hecho ni siquiera te acuerdas. Has entrado en una nueva fase, te has convertido en una persona nueva. Pero va a ser algo irracional, anormal, impredecible.

Ordinariamente esto recibe el nombre de locura o insania en todo el mundo.

Sólo en Oriente hemos descubierto que también hay otro, tipo de locura que proviene de la meditación profunda: es ir más allá de la mente. Ambas están fuera de la mente; de ahí que haya cierta similitud. Por eso a veces un loco se comporta casi como un sabio. Tiene intuiciones pero no tiene control sobre ellas, sólo son flashes, pero a veces ve cosas que tú no puedes ver.

En Oriente, donde la mente ha sido el único centro de investigación a lo largo de siglos, hemos descubierto que puedes pasar por encima de la mente. El sufismo acepta dicho estado y lo llama el estado de masta: el loco divino. Está loco, pero es un loco suprahumano. Su comportamiento es irracional en lo que concierne a nuestra lógica. Pero quizá haya una lógica superior según la cual su comportamiento no es irracional.

La psicología occidental, aún no tiene una categoría para definir al segundo tipo de locura, pero la necesita. Esa categoría sólo surgirá cuando se acepte la supermente.

Antes de Sigmund Freud ni siquiera se aceptaba la mente inconsciente, sólo el consciente. Durante miles de años, en Occidente, no se ha tenido ni idea de la mente inconsciente.

Con Sigmund Freud, quedó establecida la existencia de la mente inconsciente. Con Jung, quedó establecida la existencia del inconsciente colectivo. Ahora hace falta que alguien establezca la existencia del inconsciente cósmico.

Hay un enorme campo preparado para que algún genio establezca su existencia. Pero la psicología oriental ya acepta todos estos campos y los ha aceptado durante miles de años.

Y todo lo anterior está por debajo de la mente consciente. Por encima de la mente consciente también hay tres capas: el superconsciente, el superconsciente colectivo; y el superconsciente cósmico. En ellos ni siquiera ha empezado el trabajo. La segunda categoría de locos de la que hablo está en algún lugar de estas tres categorías; evidentemente está en el superconsciente, pero quizá si la persona va más fondo puede tratarse del superconsciente colectivo. Y en un hombre como Ramakrishna se trata del superconsciente cósmico.

Así pues existe la posibilidad de volverse loco, por debajo de la mente, y en eso también puedes estar en tres niveles distintos. Puedes estar loco, simplemente inconsciente; también puedes estar loco en el inconsciente colectivo. En cada escalón hacia abajo estarás cada vez más loco. Y puedes estar loco al nivel de la mente inconsciente cósmica; eso es lo peor que le puede ocurrir a un hombre. Vivirá simplemente como una piedra, como una roca. Ha perdido todo contacto... está tan lejos, a kilómetros de la consciencia.

La psicología ha intentado devolver a estas personas al estado mental; no ha tenido mucho éxito, pero si la persona sólo ha caído un escalón, puede devolverle a la normalidad. Desde el segundo escalón se vuelve más difícil; y, desde el tercero creo que la psicología todavía no ha sido capaz de buscar la forma de recuperar a nadie.

Es muy difícil tirar a la persona hacia abajo desde la superconsciencia, pero es posible. Y la psicología lo está haciendo -al menos en Occidente- con unos pocos que quizá no estén locos en el sentido ordinario.

En fin, la locura puede ser definida como ir por debajo de la mente o ir por encima de ella. Caer por debajo de la mente es enfermedad; caer por encima de la mente es salud, totalidad.

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