sábado, 1 de abril de 2023

BUSCANDO LOS DIVINO


No creo en métodos establecidos. Solamente los uso para empujarte hacia una conciencia realmente caótica, pues la primera cosa que hay que hacer con uno mismo, tal como eres, es alterar toda la pauta. Te has vuelto sólido, rígido. Es preciso que te vuelvas más fluido y líquido. Y a menos que te vuelvas fluido, como un río, no podrás conocer lo Divino, puesto que no es una cosa; es un acontecimiento.

No puedes buscar lo Divino, no puedes ir tras ello, pues sólo puedes buscar aquello que ya conoces. Buscar significa desear, y es imposible buscar algo que se desconoce. ¿Cómo vas a buscar algo que no has conocido en absoluto? La verdadera urgencia por buscar viene solamente después de que has saboreado algo, después de que has conocido algo, aunque sea sólo un destello. Así, pues, lo Divino no se puede buscar. Pero cuando digo que lo Divino no puede ser buscado, no me refiero a que no puede ser encontrado. No se puede buscar, pero se puede encontrar.

Cuanto más se busca, menor es la posibilidad de encontrarlo. Busca y no lo encontrarás nunca, pues la auténtica búsqueda, la búsqueda en sí, se convierte en la barrera. Así que no busques algo que no conozcas. Más bien profundiza en lo que ya conoces. No anheles lo desconocido; profundiza en lo conocido. Y si así lo haces, te darás de bruces con las puertas de lo desconocido, puesto que lo conocido es realmente la puerta de lo desconocido. Así que profundiza.

Por ejemplo, no se puede buscar lo Divino, pero si uno ha amado, entonces conoce el amor. Así que profundiza en el amor. Y a medida que profundices, en algún lugar, el amante y el amado desaparecerán y lo Divino aparecerá.

Así, más que buscar lo Divino, es mejor ir hacia lo que es presente para uno, hacia lo que es conocido, lo que está cerca. No hay que ir lejos. Hay que empezar desde cerca. Estamos tan ansiosos por ir lejos que nunca damos el primer paso, que sólo se puede dar en lo inmediato. Primero queremos dar el último paso, pero es imposible darlo al principio. Antes hay que dar el primero. El primero está aquí y ahora.

Buscar" significa buscar en el tiempo. Buscar es posponer, un profundo posponer, porque el buscar está siempre en el futuro; nunca puede estar en el presente. ¿Cómo puedes buscar en el aquí y ahora,? No hay espacio. Puedes estar aquí y ahora, pero no puedes buscar. Así que la misma mente buscadora crea el tiempo, puesto que necesitas del tiempo; sólo entonces puedes buscar.

Esta es la razón por la que aquellos que están buscando la Liberación, el Moksha, han tenido que crear el concepto de transmigración. Se necesita más tiempo. Una vida no es suficiente; se necesitan varias vidas. Sólo entonces, en esta expansión del tiempo, en este espacio que el tiempo crea, puedes moverte. Si quieres encontrar al Absoluto, un momento no es suficiente. Y por supuesto una vida tampoco es suficiente.

El tiempo es en realidad un derivado del deseo. Cuanto más desees, más tiempo necesitarás. Puedes considerar esto de dos formas diferentes: una es concebir vida tras vida sin que el tiempo se acabe en absoluto. Esta es una manera, la de Oriente, de crear más espacio para el deseo. La otra manera es la de Occidente: ser más consciente del tiempo y hacer muchas cosas en el período de tiempo adjudicado.

Hay sólo una vida; no hay posibilidad para más; esta vida lo es todo, de modo que hay que hacer muchas cosas, muchas, muchas cosas. Tienes que dar cabida a diversos deseos en el período que te ha sido concedido. Y ésta es la razón por la que Occidente se ha vuelto tan consciente del tiempo.

En realidad, ser consciente del tiempo es una de las características más comunes de la mente occidental.

Pero de todos modos, siempre que deseas, creas tiempo. El tiempo es la cuarta dimensión del espacio; es una clase de espacio. Sin tiempo tus deseos no pueden cambiar, de modo que cualquier deseo crea tiempo y futuro. Y entonces puedes posponer el momento actual, el cual no es en realidad tiempo sino existencia.

Así que es mejor profundizar en lo que conoces, en lo que es la vida para ti. Profundiza. Sea lo que sea, no permanezcas en la superficie; profundiza hasta sus mismas entrañas. Y en el momento en que empieces a profundizar, a caer en lo profundo, llegarás a una nueva dimensión. No es un ir hacia el futuro. Es profundizar en el presente. en este mismo momento.

Por ejemplo, ahora me estás escuchando. Puedes hacerlo muy superficialmente. Entonces solamente tus oídos están implicados. Esta es la primera fase de la escucha. Puedes decir,: "Por supuesto, estoy escuchando", pero solamente los oídos lo hacen, solamente el mecanismo corporal; tu mente puede estar en cualquier otro lugar. Pero si puedes profundizar, puedes escuchar muy intensamente y la mente también estará implicada. Entonces estarás profundizando en este mismo momento.

Pero incluso aunque tu mente esté implicada, tu ser puede no estarlo. Si piensas en lo que digo, la mente está implicada, pero todavía existen mayores profundidades. Tu ser puede no estar aquí en absoluto; puede haber corrientes inconscientes por las que dejamos de estar presentes. Incluso puedes profundizar más. Esto significa que el ser está implicado. Entonces estás simplemente hueco, incluso sin pensar en ello. Tu mecanismo está aquí, tu mente está aquí, tu ser está aquí; totalmente concentrado. Entonces profundizas.

Así que sea lo que sea que hagas en este momento, profundiza. Cuanto más profundices, más cerca estarás de lo desconocido. Y lo desconocido no es algo opuesto a lo conocido. Es algo que está oculto en lo conocido. Lo conocido es sólo una pantalla.

De modo que no te desplaces hacia el futuro. No busques. Solamente está aquí... Y sé.. Buscando te diseminas a ti mismo, pero "siendo" eres intenso y esta intensidad, esta total intensidad total en el presente, te lleva a una cierta cristalización. En este momento total e intenso tú eres. Este "ser", este aparición del "ser" se convierte en la puerta. Y la has encontrado sin buscar; puedes obtenerla incluso sin buscarla.

De modo que digo: no busques y encontrarás.

1 comentario:

Xavier dijo...

"El buscar está siempre en el futuro", esa frase quedó resonando por dentro y tiene mucho sentido. Siempre estamos proyectándonos constantemente en el tiempo y vivimos entre el futuro y el pasado, sin embargo, al tomar un poco de ese tiempo para hondar en el ser, la percepción cambia por completo y el corazón se siente más ligero. Muchas gracias por tus palabras y reflexión. Intentaré aplicarlo más seguido.

Buscar este blog